Es una realidad: millones de personas sufren problemas de cabellos finos, desvitalizados y caída del cabello.
La caída del cabello puede aparecer como consecuencia de muchos factores diferentes.
No sirve de nada engañarnos con los mejores tratamientos anticaída que nos venden si no tenemos en cuenta la forma en que nos alimentamos.
El objetivo primordial que debemos lograr es suministrar nutrientes que actúen desde dentro y favorezcan una nutrición del cabello óptima, que le den vitalidad y brillo.
!Sigue estos consejos¡
Polen, levadura de cerveza, germinados de alfalfa, ortiga, espirulina, clorela instala, remolacha pueden ser algunos de nuestros aliados nutricionales para frenar la caída del cabello y fortalecerlos.
Las causas de la caída del cabello
También puede ser por un proceso natural del envejecimiento en el que el pelo se vuelven cada vez más finos.
Aunque este proceso muchas veces se origina en la pubertad como consecuencia de una mala alimentación y otros malos hábitos.
Y también puede aparecer la caída del cabello después de dar a luz, por los cambios hormonales que sufre la mujer.
Pero también hay otros factores como: una mala circulación, enfermedades cutáneas, estrés, deficiencia de hierro, menstruaciones abundantes, enfermedades tiroideas y deficiencia de vitaminas y minerales.
Con una buena prevención mediante la nutrición y la complementación nutricional, podemos ayudar a frenar la caída del cabello y mejorar su aspecto.
Tejido conectivo fuerte y elástico = cabellos fuertes y brillantes
El pelo, así como la piel, las uñas, los cartílagos y los huesos, contienen tejido conjuntivo, también llamado tejido conectivo.
Este tejido está formado por proteína y actúa como un protector de nuestro organismo.
Es lo que permite la entrada de los nutrientes a las células y también la salida de las toxinas.
Si tenemos una mala calidad de tejido conjuntivo, las células no trabajarán eficientemente porque tendrán una acumulación de toxinas y una carencia de nutrientes.
Lo que favorecerá la pérdida de elasticidad de tejido conjuntivo y un cabello y unas uñas frágiles.
Por tanto, para conseguir un cabello fuertes, debemos procurar mantener el tejido conjuntivo saludable.
Y como? Pues con nutrientes como el silicio, que ayuda a la producción natural de colágeno y queratina, principales componentes del pelo, la piel y las uñas.
Otros nutrientes interesantes son la vitamina C, el zinc, el hierro, aminoácidos como la L-prolina, la L-cisteína, la L-metionina, vitaminas del grupo B y nutrientes antioxidantes.
Pelo y sistema nervioso: muy relacionados
Cuando pasamos por una época de nervios y de estrés a menudo notamos que el pelo nos caen más de lo habitual o incluso sufrimos problemas de descamación.
Pues bien, piel y el sistema nervioso están íntimamente relacionados desde el momento en que se forma el feto, ya que parten de la misma capa embrionaria.
Por este motivo, las emociones y sentimientos se ven reflejados en la piel y también al cuero cabelludo.
En este caso, será fundamental aportar alimentos ricos en vitaminas del grupo B, que nutren el sistema nervioso.
Y también el DHA, ácido graso de la familia omega-3, que favorece un buen equilibrio psiquicoemocional vez que actúa como un potente antioxidante cerebral.
Dentro del grupo de vitaminas B, es importante la vitamina B 5 -llamada también biotina-, que es fundamental para la salud del cabello y ayuda a minimizar la caída.
La biotina se encuentra en los cereales integrales, las legumbres, la levadura de cerveza, las semillas de girasol y las nueces.
El cuidado del cabello comienza en el interior
Si realmente lo que queremos es fortalecer el cabello, es importante actuar desde dentro.
Si nuestro organismo recibe los nutrientes que necesita, conseguiremos tener un cabello con un aspecto más brillante y saludable.
Por lo tanto, debemos procurar consumir alimentos que nutran el sistema nervioso, alimentos que fortalezcan el tejido conjuntivo y alimentos que favorezcan una buena desintoxicación.
En primer lugar tenemos que preparar el organismo para favorecer una buena asimilación y absorción de nutrientes con alimentos que no generen mucha toxicidad.
Evite fritos, productos de pastelería industrial, exceso de embutidos y carnes… – y con el consumo de verduras, hortalizas, frutas, proteína vegetal, pescado o frutos secos.
Asimismo, será interesante complementar la dieta con plantas destoxicantes como el boldo o el cardo mariano, para ayudar a eliminar las toxinas acumulada.
Y con probióticos y prebióticos, para propiciar una buena salud intestinal y mejorar la correcta absorción de nutrientes.
Una vez preparado el terreno, debemos abonar con nutrientes que favorezcan una buena salud de la piel y del pelo.
Tanto con la ayuda de complementos nutricionales pensados para favorecer una buena salud del cabello, la piel y las uñas como con la incorporación de alimentos tales como frutos secos, cereales integrales, legumbres, algas, verduras y hortalizas.
Cosmética natural: el gran aliado de tus cabellos
También es interesante masajear el cuero cabelludo cada día, y es importante no utilizar productos con ingredientes de síntesis, que a menudo pueden provocar reacciones alérgicas.
Evite los champús que contengan laurilsulfato de sodio o SLS (sodio lauryl sulfate), un tensioactivo muy irritante, y opta por champús con ingredientes naturales y el certificado ecológico.
Tratamientos naturales para la caída del cabello
Aplicación de la cocción de 2 cucharadas soperas de tomillo y 2 cucharadas soperas de romero.
Hervimos 2 vasos de agua y añadimos las plantas en el momento de la ebullición
.
Lo dejamos reposar durante 3 minutos, las colamos y aplicamos en el cuero cabelludo dando un ligero masaje con los dedos, lo podemos realizar 3 días a la semana.
Si la caída es muy severa, podemos licuar una cebolla roja, y del líquido extraído, darnos unos masajes leves en el cuero cabelludo con el pelo sin lavar, podemos realizarlo durante una semana todos los días.
Tips para prevenir la caída del cabello y cuidados correspondientes
Es necesario cepillar el cabello todos los días, para eliminar los restos adheridos.
El peinado debe hacerse con un peine que tenga púas no afiladas; evitar los peinados tirantes y forzados.
El cabello debe lavarse de 1 a 2 veces por semana, aclarando bien con agua blanda, y secando a temperatura moderada.
Evitar colorear y decolorar el cabello demasiado a menudo.
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